Lastima que el Almacén solo habrá sus puertas una vez al año y con solo 13 capítulos.
Seamos francos SyFy Channel gringo no brilla precisamente por sus grandes producciones originales (excepto Taken). Sus películas son un insulto a los especialistas de efectos especiales y hasta a la inteligencia del espectador, pero de vez en cuando sale una serie en ese canal que vale la pena verla y este es el caso del Almacén 13.
No es espectacular, no tiene un gran presupuesto, sin embargo uno se la pasa bien descubriendo y guardando esos artefactos con propiedades especiales por haber sido parte de la Historia. Y no solo eso, igual que NCIS en sus principios, el Almacén 13 tiene personajes bien diseñados y escritos, los cuales tienen una interacción única que vale la pena ver.
Entre ellas destaca el subtexto lesbico entre Myka Bering y Helena H.G, Well, esta tan bien hecho que generalmente pasa inadvertido para el ojo no entrenado, pero al final de la tercera temporada resulta obvio que ambas mujeres tienen sentimientos encontrados una por la otra. Pero estos sentimientos no entorpecen el fluir de la trama principal en que se han movidos las anteriores temporadas del Almacén ni creo que lo afecte mucho si los escritores deciden dejar el subtexto y entrar en la acción.
Y este inicio de temporada recuerda algo fundamental cuando se utiliza un artefacto con poderes místicos: todo tiene un precio. Artie debe pagar el precio por cambiar la historia, salvar su querido Almacén y a sus amigos, y regresar a H.G. Wells como agente.
Es esto precisamente el meollo de esta temporada. Ese precio que hay que pagar por salvar a tus amigos, un precio muy caro pero que vale la pena; como esperar otro capitulo del Warehouse 13.